“Los perritos son leales y cariñosos; pero los gatos son como políticos: muy malvados y conspiradores", estas son algunas de las diferencias que muchos adjudican a estas dos especies. Pero ¿hasta dónde son ciertas estas características que la gente da por hecho en los mininos? ¡Vamos a analizarlo juntos!
Si has tenido cualquiera de estos 2 seres como parte de tu familia, sabrás que son un mundo completamente distinto, pero no significa que uno sea mejor que otro, simplemente son diferentes.
Debes saber que tal y como los humanos, aunque seamos la misma especie y compartamos la misma línea de sangre con nuestra familia, no somos igual a nuestros padres o hermanos. Podremos tener semejanzas, pero no somos iguales; tenemos nuestra propia y única personalidad. Esto mismo ocurre con los animales. No todos los perros ni gatos son iguales entre sí.
En general, los perritos suelen ser criaturas que expresan el amor y la ternura por sus amos como una relación dependiente: lloran de tristeza si sus dueños los dejan y los reciben muertos de la alegría cuando llegan a casa, listos para darles unos buenos lengüetazos y atender las órdenes para complacer a sus padres humanos. Por otro lado, los mininos suelen poner más distancia. Debes ganarte su confianza primero para que ellos te elijan; y si no te conocen, ¡no esperes a que los gatitos de tu amigo se dejen acariciar por ti!
Tampoco atenderán a tu llamado – no porque no entiendan, sino porque no les place –. Simplemente no les importa complacerte, por el contrario, tú como buena o buen “Karen”, desearás complacer a tu minino en todo lo que te sea posible.
Por esta razón todos aman a los perritos, pero pocos aman a los gatos. Y es que es mucho más fácil amar a quien nos ama, ¿cierto? ¿Pero entonces, estamos en una relación “tóxica” con nuestro felino? Y la respuesta es...No, ¡porque los gatos también aman! Pero a su manera. Solo debes saber leer sus señales. Esto es más fácil en gatitos cariñosos - porque sí los hay – pero si tu gato es distante, debes encontrar esas pequeñas “pistas” de amor que él te deja.
Dormir cerca de ti, que te “amase” como pasta, ronronear cuando está contigo; esperarte en la puerta cuando llegas, o verte por la ventana cuando te vas como si se despidiera de ti. Algo tan simple como echarse a tu lado sin tú buscarlo es una demostración de amor; y existen muchas más que se le pueden ocurrir a tu gatito.
La relación con un felino es lo más parecido a una relación con un humano, dicen por ahí, porque no la puedes forzar, no puedes obligar a una persona a amarte, así como no puedes obligar a tu gato.
Si en tu caso necesitas que tu mascota te demuestre a diario que no puede vivir sin ti, lamentablemente no estás listo para este nuevo nivel de amor; pues debes amarlo en libertad y no con condiciones. Seguramente él te amará también, pero no esperes que se comporte como perrito porque no lo es. Puede que “tengas la suerte” y te toque un minino muy amoroso, pero no puedes garantizarlo cuando recién lo hayas adoptado.
De cualquier forma, el gato que tengas te amará sin duda; pero debe ser por decisión propia y cuando te hayas ganado ese amor, tu bigotón te lo hará saber de alguna manera que solo notarás si tienes tus ojos y oídos bien abiertos. Y cada muestra de amor valdrá tanto la pena porque sabrás que es única y especial, sabrás que no cualquiera será digno de recibirla pues tu gatito las guarda solo para ti, y eso te hará valorarlo mucho más.
2 comentarios
Mi primera mascota: un gato. En verdad es todo un triunfo ganarse un segundo de su atencion. Nunca he sentido mas ternura ni mas amor que en sus ronroneos !!
Solo el que ha tenido gatito entenderá este artículo. Solo es de darse la oportunidad de conocer a un minino.